domingo, 12 de diciembre de 2010

La tristeza del ocaso

Aunque en la ciudad pasa más desapercibido tanto por las edificaciones , la iluminación y la gente, en despoblado el ocaso seguramente por un atavismo universal de indefensión ante la pérdida de la luz desasosiega.Es ese momento en que ya no puedo seguir leyendo sin encender una lámpara, y aunque use para leer dos lámparas de baterías solares, el sol ha desaparecido , con el único consuelo de que al día siguiente volverá. Es por esto que no entiendo como se puede dormir con las persianas echadas y privarse de ver la primera luz del día.
Por cierta razón el ocaso de hoy era especialmente más triste que otros, y cuando al filo de las 18 horas eché esas dos fotos,el color era como se ve tristemente azulado, incluso yo diría que el ojo humano percibía más oscuridad de la que el ojo del objetivo captó.




Lo curioso es que el 10 de enero pasado había hecho la misma toma , pero esa vez no movido por la tristeza sino por todo lo contrario, por la alegría del día que nace. Casualmente en la foto anterior la mirada se dirige hacia por donde el sol saldrá al cabo de 14 horas.









2 comentarios:

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  2. Es asombroso como cambian los estados de ánimo y siempre referenciado al Sol, sin olvidar la Luna.
    Lo que no tenemos que olvidar es la admiración por la naturaleza.

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