jueves, 7 de abril de 2011

Libro indultado, lector indultado, pero la pasión sigue










En la fiesta de las Fallas el "ninot indultat" es una figura que por su valor artístico, alegórico o cualquier otro merece ser salvado de la quema y es conservado. Pero tratándose de libros voy a calificar de libro indultado, no al que se salva de ser quemado sino del que el lector indultado se salva de leer, luego ya sé que sería mejor hablar de libro condenado, pero prefiero hablar de indultado, pues con su ausencia de adquirente y lectura se libra de ser maldecido, y lo que es peor , de ser abandonado a mitad de lectura.






Cuando hace más de 35 años empecé con esto y hasta el día de hoy, la vocación de la colección era de exhaustividad, y adquiría toda obra nueva o vieja de lieratura húngara en español. Hoy he puesto fin a esta obligación asumida de coleccionista comprometido, y he dicho ¡basta! . El elemento decisorio ha sido buscar alguna novedad editorial que adquirir, y cuando me he topado con "El último lobo" de KRASZNAHORKAI LASZLO, me he acordado del suplicio que supuso leer "Melancolía de la resistencia" y he decidido comenzar esta nueva etapa selectiva, en la que también quedo indultado de adquirir per se la obra de autores posteriores a mi nacimiento. Continuo con la exhaustividad de la obra del siglo XX, sea vieja,o nueva si es que ahora ve la luz en español por vez primera pero de títulos anteriores no traducidos hasta la fecha.




Podría seguir adquiriendo los libros del tedio y no leerlos, pero así como ahora he decidido tras años de dudas, quedo más aliviado.




Toda colección para ser factible precisa cumplir unos requisitos: 1 Vocación y dedicación continuada. 2 Posibilidad material de almacenamiento. 3 Concreción de objeto (que no sea infinita,por ejemplo lo sería coleccionar llaveros de cualquier tipo) y 4 Capacidad de asumir el coste de las adquisiciones y del almacenaje.




La mía cumple esos cuatro requisitos, y podría seguir adquiriendo "KRASZNAHORKAIS" hasta mi muerte o la suya, pero hoy me he sublevado contra la autoobligación que tenía conmigo mismo.




Addendum de 8 de abril de 2011:




He seguido pensando en este título, por si era más atinente: "libro condenado, lector indultado", pero teniendo en cuenta que leer un libro(devorarlo)es como el acto ritual de quemarlo,librarlo de la quema , es decir indultarlo, es condenar el libro a no ser devorado. Por cierto mi "deserción" no responde a indolencia o falta de motivación, ya que al tiempo he solicitado ya dos libros recientes: "El libro de los padres" de MIKLOS VAMOS y "La liberación del juez" de FERENC SZILAGYI, del que tengo"Curso de esperanto" de 1949.De hecho la mencionada obra está traducida del esperanto.























Addendum de 9 de abril o la conciencia de defección:





Como ya me imaginaba, no podría sustraerme a cierto sentimiento de defección, y nada más llegar a mi biblioteca he cogido los cuatro volúmenes de Krasznahorkai, dos de ellos ya leídos: "Melancolía de la resistencia" y "Al Norte la montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río" ; pero los otros dos no, ambos del 2009 y comprados por la adicción/obligación de coleccionista. El no haberlos leído hasta la fecha no implicaba indulto alguno y un día u otro serían convenientemente devorados. Dada la declaración de intenciones y para ser rigurosos los voy a leer en cuanto acabe los que tengo entre manos.Pospongo así un poco mi indulto y cumpliré antes mi condena de "Guerra y guerra" y " Ha llegado Isaías".














Este último ya se presenta como una tomadura de pelo, pues el librito de 50 páginas, en octava menor y agrandadas letras que puede leerse en una hora, presenta en su portada un mensaje del autor "Querido, solitario,cansado y sensible lector, te ruego que añadas este cuaderno a mi libro Guerra y guerra,publicado también por Acantilado". Ya que ambos volúmenes son editados a la vez en abril de 2009, es casi como una fe de erratas convertida en libro , y al precio de 9 euros. Hasta desde un punto de vista ecológico es un despilfarro de medios y esfuerzos hacer publicaciones tan breves, sería tanto como si se fabricasen latas de sardinas con una sardina. Y en este librillo aún se amenaza con todos los males de la justicia penal a quien reprodujere total o parcialmente la obra. ¡leche! sería el autor el que tendría que pagar al "cansado " lector. Yo cumpliré con mi obligación y siempre gozoso comenzaré la lectura de ambos libros, y estaré encantado de poder retractarme si la lectura me resulta satisfactoria y lavar así la imagen del autor y de su cómplice: el traductor.
Addendum de 11 de abril de 2011:



Naturalmente que no podía faltar a la cita. Como siempre lo único que me hace salir de mi aislamiento son este tipo de convocatorias húngaras. Aunque como ya pasó en la de Lorand Orbok, por un lado se prescinde de mi préstamo para la exposición, de las primeras ediciones de Marai y por otro se presenta la primera edición de Marai en español como la de 1946, cuando "Los rebeldes" se publicó en 1931 por editorial Zeus. Al menos Géza Szócs el Ministro de Cultura húngaro ha tenido noticia de esto y me ha mostrado su malestar por las dos cosas, a pesar de que también esta vez la embajada quiso que se contase con mi colaboración. Por otro lado el parlamento del Conseller de Cultura ha adolecido del habitual prisma nacionalista de comparar lo húngaro con lo catalán , y ha hecho el comentario absurdo de sorprenderse por haberse publicado Marai en plena Dictadura. Este debe ser de esos que creen que la cultura sólo es de izquierdas, cuando de todas formas no se de qué se sorprende de que en la Dictadura se publicasen novelas de autores centroeuropeos mal avenidos con sus gobiernos comunistas. Miserias.




Los "marai" que pudieron estar en la exposición: (véase)








Addendum de 12 de abril de 2011: Hace 24 horas aún no sabía de su publicación, hace 1 hora y media aún estaba en la librería, ahora ya lo tengo . Y antes del 23 de abril en que Ilona y yo empezaremos a leer La montaña mágica, tiene que estar devorado justo después de cumplir la condena de Krasznahorkai. Otras veces tardo más en descubrir las novedades editoriales, pero como ayer conocí al editor de Salamandra. Al pasarme por la web de la editorial y a propósito de la exposición de Sandor Marai, que mejor ocasión que descubrir el último título publicado por Salamandra este mismo mes: LA GAVIOTA




Addendum de 13 de abril de 2011:





Fernando me remite un comentario sin desperdicio a propósito del autor de "Melancolía de la resistencia":




"Te agradezco los comentarios que escribiste sobre Krasznahorkai. Me reí que no veas. En una entrevista dice como nació “Melancolía de la resistencia” (según algunos críticos “obra maestra del humor negro”): Hasta que un día me desperté a las cuatro de la madrugada, tenía la impresión que una mano me acariciaba el hombro, un tacto delicado, apenas se podía sentir, como si alguien hubiera querido decirme despierta, levántate y ponte a trabajar, en el escritorio, te vamos a dictar. Yo no trabajo normalmente de esta manera. Pero las frases estaban listas en este caso. No tenía que pensar, ni corregir. Una frase seguía a la otra. Así es como ha nacido este libro. Continúa: Si un libro no aclara si el mundo existe de verdad o no, no tiene sentido comenzarlo. Para mí es muy importante saber si el mundo existe o no. Y remata: Todas mis novelas tienen un punto en común: la advertencia de que estamos viviendo en una época donde cada vez es más difícil distinguir lo que tiene valor de lo que no tiene. ¡Qué morro! ¿Distinguir lo que tiene valor de lo que no? Y lo dice el. ¿Genio? ¿lunático? o ¿tomador de pelo? "




Yo supongo que la literatura puede también generarse como la pintura y la música; uno puede pintar asperjando con un hisopo pintura contra la tela, y puede componer dando patadas a vidrios y golpes a bidones metálicos. Pero tales desahogos necesitan cooperadores necesarios que quieran lanzar la obra y un público ávido de rarezas, que en lo literario se autoflagela creyendo que lo tedioso, díficil de digerir y de comprender es más sesudo , y que es él, diletetante lector que no ha acabado de comprender al genio. El cual tal vez no tenga ningún problema de comprensión con la escritura ajena, pues solo conozca de la propia.





Cuanto daría yo por saber qué y cuanto leen todos esos genios de la pluma.




Pasado mañana Viernes de Dolores comenzaré "Guerra y guerra" y la fe de erratas de 9 euros, en realidad me muero ya de ganas, ya que no me está llenando la historia de abogados tramposos de "El socio" de Grisham, pero como libro prestado por un amigo y a iniciativa de este tiene prioridad de lectura.




¡Cuanto me gustaría tener que desdecirme ! Pero si "Melancolía ...." fue escritura automática, ¿qué puede haber generado las 45 págs. de la fe de erratas, es decir de "Ha llegado Isaías"?




Pero no nos cebemos solamente con Krasznahorkai. El selecto club de los escritores del tostón no tiene reservado el derecho de admisión: Esterhazy, Kertesz o Bodor, son firmes baluartes , y me sabe mal que así sea pues a los tres los he conocido aquí en Barcelona. En realidad yo sé lo que me pasa : que me muero de envidia.





Krasznahorkai o el espíritu de la Semana Santa. "Guerra y Guerra" .Viernes de Dolores de 2011 , 15 de abril




No,no necesito empalarme atado a una cruz, ni ir de costalero, hacer vigilias, ayunos o abstinencias de cosas gozosas, ni con unción mística procesionar descalzo con cadenas. Yo tengo a Krasznahorkai. Krasznahorkai es el sustituto casero y pagano a la ascesis tradicional de la Semana Santa más dura.







Con el ritual de siempre empecé forrando el libro y con buen ánimo me sumergí en él. En la primera página ya comprendí que no iba a comprender nada. Leer a Krasznahorkai es la ascesis pura, la forja de la voluntad ,el cilicio vivificante del sacrificio por nada , y el poder decir como quien conquista una cumbre y dice yo subí hasta allí, yo lo leí, yo hice a ciegas ese calvario.




Por la página 111 aún no acabo de situarme, es entrenamiento de la voluntad, pero también la sospecha terrible de que pudiera haber perdido el entendimiento a fuerza de de tanto leer.




-- ¿De qué va la novela?




-- Aún no lo sé. ¡Cómo me gustaría la opinión sincera de otro lector!. Bastante me consoló ya Fernando a propósito de "Melancolía de la resistencia". Eso sí que fue resitencia: acabar el libro.





Domingo de Ramos:




La penitencia no podía ser tanta y naturalmente he alternado con otra lectura. Al fin encuentro una parrafada comprensible para mi parco intelecto, página 185 : "..abrió las piernas y, señalando su miembro encogido, volvió a ordenarle que se acercara, y entonces ella tuvo que chupárselo, pero ni así podía el interprete eyacular, de modo que , enfurecido, la abofeteo, diciendo que era una asquerosa puta puertorriqueña, pero ella, por el golpe, se cayó al suelo....." ¡Qué gran belleza!, ¡qué lirismo!, ¡qué prosa tan sugestiva!.




En circunstancias normales ni me hubiese fijado en el paisaje tantas veces visto, o habría seguido leyendo con algún fugaz vistazo hacia el mar, proporcionando así más placer a la lectura, al que se añadía la reconfortante soledad del vagón. Pero no, el tostón de la lectura hizo que lo que debía ser aderezo a la misma se convertía en único soporte del deleite del viaje en tren : el panorama sobre el mar y la soledad.



































Addendum de 20 de abril de 20011 , Miércoles Santo Llegó Isaías y se fue en 46 minutos. Tengo que confesar que con el librito del timo ya tuve de antemano el prejuicio de maldecirlo. En 46 minutos y en la cama pude despachar ayer antes de izarme, a Isaías. Fiel a sí mismo , no me defraudó el librín de 9 euros, y cumplió mis diagnósticos. A pesar de todo cuando a las 6,15 horas abrí los ojos no me faltaron ganas de coger el libro ,aunque más como ataque que como agradable compañía. ¡Voy a acabar contigo cuanto antes! pensé. Adiós Krasznahorkai, tal vez un día pierda más aún el entendimiento y vuelva, de momento considerame un desertor de tu obra, se acabó de ser yo el yunque ahora quiero ser martillo.




Unas palabras de consuelo y otras de desconsuelo: " Hoy regresé de Valladolid y de nuevo he podido reírme a mandíbula batiente. Lo siento, francamente lo siento, pero no cabía sorpresas. Reconozco que te acercaste al libro con mansedumbre, en son de paz, musitando palabras de reconciliación: Sí, empecemos de nuevo, quizá cuando quise leer “Al Norte la montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río” no tenía un buen día. Sí, lo mismo me debió ocurrir cuando comencé la lectura de “Melancolía de la resistencia”. Mismo trato, mismo ritual, ausencia de discriminación respecto a otros libros, asignación de tiempo y de lugar, preparación física y mental, etc. ¿Cómo te lo ha agradecido? ¿Ingratitud por su parte o ingenuidad por la tuya? Hace unos días, cuando terminé la lectura de “El teniente del diablo” y comenzaba “La Analfabeta” de A. Kristof me acordé de lo mucho que estarías sufriendo. Había puesto la esRadio y el comentarista decía “No todo son procesiones en Semana Santa, también hay un sitio para la lectura” Me reí y me dije: Si puede discernir la procesión del Via Crucis de la lectura de un libro es que aún no ha leído Krasznahorkai. Seamos humildes y reconozcamos que quizá no estemos preparados para acometer tan magnas lecturas. La crítica es casi unánime. El País dice: “Es difícil encontrar un centenar y medio de páginas de tal sutileza e intensidad” (en referencia al libro “Al norte…”). Y por “Melancolía de la resistencia” obtuvo el premio Kossuth. Ánimo y suerte, que como diría D. Quijote “Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo es imposible” " [Fernando el 23 de abril]

y otras de desconsuelo:


Domingo de Pascua de Resurrección. 24 de abril de 2011: En realidad no acababa de entender como me angustiaba el invitarla a que leyera el librín, me atormentaba pensar que le gustase. Uno desea unas complicidades básicas con quien tienes a tu lado. Y mientras ella leía de un tirón tirada en el sofá, yo desde el sillón me distraía de La montaña mágica para ver si su rostro reflejaba interés o fastidio. Esperé el veredicto como si de la nota de un examen se tratara, y no pudo ser más desalentador: "¿quieres que te diga la verdad?....me ha gustado mucho". O sea que yo lector enviciado de años no atendía a comprender las cualidades del librín que lectora muy ocasional sí. Obviamente intenté disimular mi decepción y con una mezcla de rabia y pena luego cogí el librín como si fuera una jeringuilla contaminada y lo coloqué con los de su estirpe. ¿Realmente le gustó el librín? ¿ o era la habitual pose de llevar la contraria de como cuando uno dice de alguna que está muy bien terminadita y te contestan que no es para tanto, o viceversa?

Y para concluir. 29 de abril:
Ya tengo de MIKLOS VAMOS "El libro de los padres", lo pongo en lista de espera. En cambio "La liberación del juez" de FERENC SZILAGYI que he adquirido a la vez, no necesita ninguna lista de espera, el librín supera en brevedad a nuestro "Ha llegado Isaías", se trata de 7 euros de lectura que puede durar 30 minutos.
Asombraos como autotitula la editorial ALPHA DECAY a su colección Alpha Mini:"Cápsulas literarias portátiles de lectura instantánea".Genial . Para llenar más páginas la mitad del libro es la versión original en esperanto, y la segunda parte de este librito es la versión traducida.Ahí va un ejemplo de la rapidez con que se puede leer cada página.