lunes, 28 de octubre de 2013

LILI MURATI (1911-2003)

Yo solo la recuerdo de muy adulta pero no tenía una imagen de joven bellísima como en esta foto la he encontrado.Hoy la recupero porque tenía pendiente el único libro que de ella me consta, de esta actriz húngara afincada en España desde ese año de 1948 en que tantos húngaros se dispersaron por el mundo.
La novela perteneciente a una colección titulada LAS NOVELAS DEL CORAZÓN es "No todos saben amar" editorial Luis de Caralt mayo de 1953.


jueves, 24 de octubre de 2013

0,751 kilos de libros, o el encanto de Los Encantes

....o el día que no rescaté a dos Zilahy:Las armas miran atrás y Los Dukay.  


Tras la inaguración el 25 de setiembre del nuevo emplazamiento del rastro de los Encantes ( lo de rastro es solo cosa mía), me sorprendió que mi hijo tuviese un pesaroso desasosiego por la perdida que la nueva ubicación podía ocasionar de alguna parada de libros, y en particular la de aquel puesto techado que tenía la fabulosa mesa con el ingente montón de libros a 1 euro. Ayer fui al nuevo emplazamiento y aunque soy muy refractario a este tipo de cambios y reformas de los espacios públicos; me ha sorprendido la genial estructura que acoge el nuevo mercado, con diversos niveles y con rampas y escaleras, que por una espectacular cubierta de espejo interno proteje todo el espacio sin dejar de dar la sensación de mercado al aire libre. Como ya suponía los libros aumentarían de precio y he tenido que regatear para conseguirlos al precio antiguo de 1 euro y no a 2 que me pedían en los puestos centrales de la morisma, los que también ahora ocupan el espacio central en el suelo sin más. Lo que desgraciadamente no he encontrado es el puesto de aquella mesa fabulosa de libros amontonados que disfruté y fotografié por última vez el 21 de agosto. El temor de mi hijo se ha visto de momento cumplido, a falta de posteriores incursiones que desvelen si el puesto ha sobrevivido con el cambio. Con mis dos adquisiciones bajo el brazo "Golovin y El crimen angélico" de Jakob Wasserman y "La torre de Babel" de Morris West pasé luego por el lugar del mercado viejo que queda tan cerca, contemplando ese antiguo desplazamiento ahora desmantelándose y ya desolado, asaltándome la nostalgia al ver ese espacio central lugar de tan felices hallazgos librescos largamente buscados, húngaros por supuesto. Recuerdo especialmente el emocionante encuentro de "La rosa de oro" de Passuth o el más raro aún de "Moisés el egipcio" de Kodolanyi, encontrado casualmente por mi hijo que sin saber si yo lo tenía me telefoneó para que acudiese presto porque no llevaba dinero , haciendo guardia en el montón para que nadie se lo llevase hata que al rato llegué yo.