jueves, 26 de diciembre de 2013

¿Qué fue de PRUSIA ORIENTAL?


No pocas veces a lo largo de la vida de lector he dado con la toponimia de PRUSIA ORIENTAL,denominación hoy desaparecida que ya no se oye como actual, ni tampoco la que actualmente tiene de KALININGRADO enclave ruso en la Unión Europea de 15000 km cuadrados entre Polonia y Lituania , y del que tan poco se habla. Este mes me topé con un autor desconocido para mi y por lo que veo sin rastro biográfico que indagar: ALFRED KATSCHINSKI del qué deduzco por la lectura que era alemán de origen, de Königsberg. La novela LA SEGUNDA PATRIA comienza la trama en los preludios de la I GM y a poco de acabarla ya se intuye esa dislocación de fronteras y perdida de raíces y de sentido de la identidad.
La patria de Kant debía tener su encanto para que el sedentario filósofo no se alejase al parecer en toda su vida de su lugar de nacimiento. Hoy el territorio del que se expulsó a toda la población alemana en 1945 cuando pasó a Rusia no parece tener una clara identidad y en todo caso padece una extraña situación de enclave ruso en la Unión Europea y con una población sin lazos territoriales ancestrales con el lugar que habitan: "Kaliningrado se encuentra por debajo de la media rusa en las estadísticas socioeconómicas, y se ha convertido en un peligroso foco de criminalidad (un 20% superior a la media nacional, según un informe de la Comisión Europea): trata de blancas, tráfico de drogas, contrabando e inmigración ilegal son casi los únicos negocios verdaderamente florecientes del enclave. Los casos de infecciones por VIH y otras enfermedades, como la tuberculosis, presentan unos índices escandalosamente más altos que en el resto de Rusia. El alcoholismo y la drogadicción se han convertido en males endémicos que se dejan notar hasta por las calles más céntricas de la capital. El paro, la precariedad laboral y la miseria (el 25% de la población no supera la barrera de la pobreza), unidos a la contaminación medioambiental, marcan el día a día de una región que, a pesar de contener el 90% de la reservas mundiales de ámbar, no sabe o no puede hacer nada para salir del agujero social, económico y moral en que ha caído. "
Sin duda como Prusia Oriental el territorio corrió mejor suerte que como unión Soviética o como residuo ruso en la Unión Europea.
+++++++++++++++++++++++++++++ +++++++++++++++++++++++++++++ DE LA PRUSIA ORIENTAL A SIBERIA.18 DE FEBRERO DE 2014.
Hay temas que de entrada me atraen siempre: I Guerra mundial, prisioneros alemanes, escritor olvidado, y relato con más traza de memorias que de novela, de hecho al acabar el magnífico libro de "La aldea olvidada" de Theodor Króger
aún no sé si colocarlo en el bloque de memorias-biografía o en el de literatura extranjera. En los últimos tiempos he descubierto muchos autores alemanes relativamente olvidados y que me han resultado de gran interés. El último no ha tenido la abundante producción y difusión de Konsalik, pero su única obra traducida al español merece especial mención y atención. Encontrar bondad, humanidad, orden y eficacia, donde normalmente he leído penuria, dolor, maldad y miseria, me ha llenado de satisfacción; ante todo por entender que siendo un relato autobiográfico , por una vez no todo era horror en la vida del prisionero de guerra en siberia, y así fue hasta que estalló la revolución de 1917 en que la suerte cambió a peor.
+++++++++++El 6 de febrero salíamos mi hijo y yo de encargar la lápida de mi padre, fallecido dos días antes, y estando el marmolista en la misma calle Pelayo (Valencia) no pudimos sustraernos a la obligada visita a la librería París-Valencia. Solo había un ejemplar del libro, y por tan solo 1 euro me llevé una magnífica obra, donde los personajes reales o ficticios desfilan y actuan sin esfuerzo para el lector de ser situados en su identidad y acciones, elementos que yo valoro tanto en una novela.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

De la cocina húngara a MARIKA KOVACS







La búsqueda al azar aunque pesada ,suele dar algún fruto.El pasado lunes 9 de diciembre con la voz de húngaro me lancé en Iberlibro a por algún resultado. Había casi 1000 entradas para rastrear con esa voz,y valió la pena.Encontrarse con libros de memorias es díficil cuando el autor no oficia de escritor, y su único aporte literario y editorial ha sido unas memorias, si además la obra es reciente el éxito es mayor pues quiere decir que no se me había escapado. En este caso se trata de EL OCTUBRE HÚNGARO DE 1956.La revolución de los Consejos de Marika Kovács.Setiembre de 2013.Maquetación de la edición española Luis Redondo. Lo encontré en la librería CATÁLOGO SERVICIO EDITORIAL de la calle Guillerías nº 7 del barrio de Gracia, inmediatamente llamé a la librería y ayer fui a buscarlo (10 euros).El librero se acordaba de mí,y recordamos el libro que me llevé hace años, un ensayo de Agnes Heller. Al final el 2013 ha dado un libro más de los que creía publicados, no han sido dos sino 3. ------------------------16 de diciembre No sé por qué M. Orbok al traducir la novela juvenil de Molnar la tituló Las raíces del árbol, en el libro sin fecha no hay prólogo. Pero hace años ya descubrí que se refería a "Los muchachos de la calle Pal", donde pude estar en julio de 2011 y retratarme con el conjunto escultórico a pie de calle.Sabía de la edición de 1975 (editorial Alfredo Ortells) con ese título más fiel, pero me faltaba por encontrar, finalmente la librería Alcaná la tenía y en 48 horas me la puso encima de la mesa con dos obras más para la colección, una inédita para mi , de cocina húngara de Gundel, editado por Corvina en español en 1984.Y la otra una obra que inexplicablemente y por ser de autor joven había ido posponiendo: "El rey blanco" de Gyorgy Dragoman. RBA 2010. ----------------------------2 de enero de 2014 No es que compareciese sin prejuicio a la lectura de El rey blanco, huyo tal vez por asquerosa envidia de leer a autores vivos y más en particular a los que nacieron después de mi.Siempre creo que son más tediosos y que la realidad que puedan contar ya la miro yo. No,Dragoman no me ha defraudado, ha sido tan plomizo como me imaginaba. No sé si se ríe del lector pues los capítulos, o al menos muchos de ellos podrían ponerse en cualquier orden. Me cansan los recuerdos narrados de la niñez , siempre son golferías o crueldades para mí inverosímiles, o penurias de falta de cariño recibido.Solo espero que los editoriales españolas se olviden de él, y que con El rey blanco se haya extinguido la estirpe.