sábado, 4 de julio de 2015

Sincronicidad en azul

голубой, golubóy
Fachadas azules o tener una casa azul

En 2012 despues de leer a Koestler, me dió por coleccionar sincronicidades, y las he ido añadiendo al tema abierto en ese post
 El sábado  4 de julio al filo de las 13,30 estaba en mi casa de Barcelona, practicamente terminada de pintar estos días su fachada de un solo piso. Comprada hace dos años no había acometido la pintura de la fachada,  en origen azulada y desvaída ya y sucia hasta aparecer hasta ahora como gris azulada. Dudando si cambiar el color le propuse finalmente a la hija de la propietaria de abajo seguir en azul, y eligiendo creo que sin pretenderlo un azul cielo rotundo y sin concesiones, del que sé que a la otra propietaria en principio no ha quedado muy satisfecha. He de reconocer que ante lo inédito del paisaje azul creado me llegué a agobiar, pero luego y sobretodo por las muestras de agrado de los viandantes me sentí plenamente satisfecho.
Barcelona es muy sosa en el color de sus fachadas, todo son arideces, pasteles y camuflajes terreos, le falta colorido. Y si en una casa de pisos puede ser estridente, en una casita pequeña y muy sencilla su maquillaje de color  le da la gracia que su arquitectura no tiene,  es como la fea que necesita más maquillaje. Yo detesto los tatuajes y me producen honda repulsión los pintados que inundan nuestra sociedad, pero me agrada el color.
Hasta aquí mi historia de pintura, lo realmente llamativo es como de esta historia se origina una sincronicidad extraordinaria, en la que coincide al tiempo: lo inusual de pintar una fachada, lo inédito de hacerlo en azul celeste , y mientras cronologicamente esto se ultima leo en una novela este sábado la coincidencia de que el padre del protagonista  pinta la casa de azul celeste. La novela además ha sido comprada, recibida y empezada durante los días que se ha estado pintando mi fachada, y la lectura del episodio también y en mi propia casa: "La tragedia del teniente Krafft" Hans Hellmut Kirst. Planeta 1975. pág. 48.




20 de julio  2015, ¿ es  o no otra sincronicidad de bulto?
 No tenía previsto pasar ayer por el Mercado de San Antonio, pero como volvía por la mañana a Barcelona y disponía de media hora hasta las 12 en que nos ibamos , pensé que estando al lado no estaba de más pasar media hora, y en especial en el puesto ese de 3 libros a  1 euro, que hoy entusiasmado por la anecdota-sincronicidad por hablar con la librera supe del nombre : LLibres de companyia.
Que encontrase 6 de mi interés en el puesto ya es exitoso, pero lo que es casualidad es que sin haber ido a mas  puesto de libros que el referido, encontrase allí el que esta semana y precisamente de Hans Hellmut Kirst pensaba comprar: La noche de los generales. La alegría era desbordante ya que las posibilidades de toparse a la primera con el libro que uno buscaba eran remotas.







 
 
 
 
 
 
 




 


Excepcional lote el de los seis libros de la foto. El viernes 21 de agosto terminaba el último : La clave está en Rebeca, y salvo el primero que abordé un poco más flojo, el biográfico de Wilde, todos los demás te congratulan con la literatura.