martes, 14 de marzo de 2017

La magistrada que criaba sus hijos y su invisible marido. Y los hombres que querían matar a sus mujeres


Acto de celebración del Día Internacional de la Mujer , al que asistí  y organizado por la Delegación del Gobierno en Cataluña y que se ha celebrado en el Banco de España de Barcelona el 9 de marzo de 2017. Ya que sólo se dio turno a una sola pregunta del público, no pude enredar con alguna cuestión que trasladé al Facebook del Delegado Enric Millo y a este blog. Una referida a una pretendida puntuación curricular por ser madre y llevar el hogar, y otra sobre la violencia de género.

Si la ponente hubiese sido una viuda , madre soltera, separada o divorciada podría haber entendido el mérito añadido que a su currículo ella pretendía de la crianza de sus hijos y la llevanza de la casa, pero teniendo un marido  magistrado al igual que ella , no veo en que consiste ese mérito que ella esgrime erga omnes en la vida y en su profesión.
¿Y tu marido qué hace?
 Que la mujer ocupe también  el espacio público y profesional ya no es una novedad. La novedad probablemente para la magistrada sería que su  marido se implicara en el espacio privado del hogar. Otra cosa perpetua roles tradicionales y más si se anda buscando y consiguiendo algún tipo de ventaja y puntuación por madre trabajadora. Lo que no sabemos en la ponente Sonia Gutierrez es si es una autoexclusión o indolencia  de su esposo por las tareas de la crianza y del hogar, o es la propia esposa  que con un latente machismo excluye al varón de esos cometidos  de los antiguos roles femeninos, y pide encima un premio por ello..
¿Cuántas mujeres no consienten ver a un marido planchando o barriendo, o dando un biberón , y más en público? tal vez más de las que creemos, lo que sucede es que en un ámbito doméstico acomodado, las empleadas del hogar, asistentas y criadas soslayan el tema. Pero a veces es la mujer tan machista como un clásico marido. Por otro lado parece racional que si uno de los esposos tiene menos carga de trabajo apechugue con más tareas en el hogar, lo espinoso es establecer, y son pactos tácitos normalmente, que haga más en la casa quien menos ingresos aporte aunque no trabaje fuera menos tiempo.







La periodista Olga Ruiz dijo algo interesante criticando el tratamiento informativo que se hace de los sucesos de violencia de género. Yo le habría preguntado si le parecen bien los contenidos de los anuncios institucionales contra la violencia de género. Y especialmente en el sentido de que algunos de los potenciales maltratadores y que acabarán en parricidas pudieran evitarse si en la publicidad no se hiciera sólo hincapié en la posible víctima, y de que todos estamos con ella. Seguro que más de un potencial maltratador regurgita su deseo violento con ánimo de querer evitarlo y si la publicidad institucional también se dirigiese a él en el sentido de que se le ofrece ayuda también a él para que no cometa una tragedia, pediría esa ayuda. Pero no, la propaganda sólo se centra en la víctima y estoy persuadido que ello no sólo impide que algún maltratador evitable solicite auxilio, sino lo que es peor que a alguno le excite o exalte más, cuando ve que las instituciones sólo se ocupan de su "enemiga" a abatir con lo que aún la odian más. [me quedó en el tintero la pregunta pues no hubo tiempo para más que una intervención del publico]

La Teniente participante al acto al envite de la moderadora dirigido a todas las ponentes sobre como propiciar el acceso de la mujer a los sectores profesionales, dijo algo que en Cataluña exigía a mi parecer un esfuerzo suplementario y que propugnando una mayor difusión de la mujer en el Ejército , choca con una hostilidad cuando no proscripción a que de la enseñanza militar se haga publicidad en este territorio tan rebelde con las simbología a del Estado, todo ello hubiese podido generar un debate adjunto ,ya que de rebote aquí se posterga el acceso de la mujer a la milicia como profesión nefanda no meritoria de difusión.